La cucaracha alemana (Blatella germanica), una plaga que vive exclusivamente en entornos humanos, representa un peligro para la salud por su capacidad de transmitir microbios patógenos y de desencadenar problemas de asma.  Las estrategias para evitar la resistencia de Blatella germanica a los insecticidas, método esencial para reducir sus poblaciones, corren el peligro de volverse inefectivas con la evolución de estos resilientes insectos a través de múltiples generaciones.

 Además de producir alérgenos capaces de desencadenar asma y rinitis, Blatella germanica puede actuar como vector de un gran número de patógenos, que incluyen bacterias como Salmonella, EnterococcusE. coli, protozoos y hongos, que adquieren del entorno por donde desarrollan su actividad y van acumulando a lo largo de sus estadios vitales.

El control de las poblaciones de cucarachas implica, en la mayoría de infestaciones, el uso de insecticidas, que ya desde la década de 1950 han presentado algunos problemas de resistencia en el tratamiento de Blatella germanica. Este hecho se atribuye a que esta especie vive en poblaciones relativamente cerradas, lo que facilita la selección rápida de individuos altamente resistentes. Los mecanismos de resistencia a los insecticidas documentados en B. germanica incluyen la desintoxicación enzimática, la insensibilidad del punto de acción del insecticida, la penetración cuticular reducida y el comportamiento de evitar los cebos.

Las estrategias habitualmente utilizadas para gestionar la resistencia en esta especie de cucaracha incluyen la rotación de diferentes productos, o el uso de mezclas de productos, con diferentes modos de acción, en lugar de utilizar productos con un solo ingrediente activo y un único modo de acción.

Sin embargo, un estudio realizado en la Universidad de Purdue (EEUU) pone de manifiesto que este enfoque podría no ser siempre el más adecuado y que las cucarachas pueden desarrollar mecanismos para que estas estrategias de gestión de la resistencia dejen de ser efectivas.

Evolución de la resistencia

El estudio de Purdue busca evaluar los impactos transgeneracionales de diferentes estrategias de gestión de la resistencia en la evolución de B.germanica, con tres objetivos: evaluar la efectividad del uso de datos de resistencia previos al tratamiento para tomar decisiones sobre el insecticida a utilizar, comparar tres estrategias de gestión de resistencia en campo (sustancia activa única, mezcla y rotación) y evaluar en las poblaciones de cucarachas supervivientes a las intervenciones la evolución de la resistencia y el alcance de la resistencia cruzada que se produjo en respuesta.

Los profesionales del control de plagas dependen en gran medida del uso de cebos en gel, rentables y fáciles de usar, para tratar las infestaciones de cucarachas. Por lo tanto, en el estudio se recrearon prácticas utilizadas en los tratamientos de campo y ampliamente aceptadas en el control de plagas urbanas en viviendas públicas.

El estudio se realizó en dos zonas residenciales con bloques de viviendas de un bajo nivel económico, en las poblaciones de Danville e Indianapolis, en las que previamente se identificó resistencia a prácticamente todos las clases de insecticidas disponibles, mediante una evaluación pre-tratamiento realizada para 14 sustancias activas: indoxacarb, abamectina, ácido bórico, beta-ciflutrina, bifentrina, λ-cihalotrina, fipronil, dinotefurano, imidacloprid, acetamiprid, clotianidina, tiametoxam, clorfenapir e hidrametilnona.

Efectividad de una sola sustancia activa

Sorprendentemente, en todas las pruebas realizadas, solo la estrategia de aplicar una sola sustancia activa (abamectina en gel) consiguió reducir con éxito el número de cucarachas. Sin embargo, estas reducciones sólo se dieron en ubicaciones con una baja resistencia inicial a la abamectina, lo que resalta la importancia de realizar una evaluación de resistencia pre-tratamiento, para poder escoger una sustancia activa efectiva.

Dada la amplia resistencia cruzada/múltiple observada en el monitoreo previo al tratamiento, las opciones de sustancias activas disponibles quedó muy limitada. El tratamiento con una mezcla de sustancias activas en aerosol (tiametoxam y λ-cyhalothrina) no solo no disminuyó el número de cucarachas sino que tuvo un efecto repelente, que redistribuyó los insectos hacia apartamentos no infestados. Estos resultados de repelencia y migración enfatizan la necesidad de tratar tantos apartamentos como sea posible en edificios infestados, para maximizar los esfuerzos de control.

Resistencia cruzada

Si bien los perfiles de resistencia cruzada entre insecticidas se han estudiado durante décadas, según los autores, existe una brecha de conocimiento con respecto a los patrones de resistencia cruzada entre la amplia gama de insecticidas actualmente registrados para el control de cucarachas, que puede complicar y hacer fallar los tratamientos.

Los autores se sorprendieron de que la técnica de rotación de sustancias activas, que normalmente aporta una mayor diversidad en el modo de acción y una presión de selección reducida en sustancias activas individuales, fue mayoritariamente ineficaz para reducir las poblaciones de cucarachas, debido a la resistencia cruzada entre las sustancias activas. La resistencia cruzada de los insecticidas se conoce desde hace mucho tiempo en B. germanica y claramente fue un factor decisivo en el fracaso de la estrategia de rotación en el estudio. 

Los resultados de campo y las evaluaciones de la resistencia posteriores al tratamiento demostraron resistencia cruzada entre la abamectina y las sustancias activas de dos productos formulados en mezcla; el tiametoxam (neonicotinoide) y la λ-cihalotrina (piretroide).

 Si bien los autores escogieron la abamectina, el ácido bórico y el tiametoxam (mezclado con λ-cihalotrina) para realizar las pruebas, se sabe que el público utiliza habitualmente aerosoles de piretroides para tratar las infestaciones de cucarachas. El estudio previo de resistencia realizado en los inmuebles de prueba mostró una supervivencia de más del 80% al exponer las cucarachas a piretroides  (λ-cihalotrina, β-cyfluthrina y bifenthrina), lo cual coincide con estudios previos que constatan la insensibilidad nerviosa a los piretroides en Blatella germanica.

Además, después de 4 meses de exposición a la λ-cihalotrina en un tratamiento de mezcla, la supervivencia aumentó a más del 90% en ambos inmuebles, lo que significa que el neonicotinoide contenido en la mezcla (tiametoxam) no pudo superar la resistencia a los piretroides.

Los residuos de piretroides son los residuos de pesticidas más comúnmente detectados en viviendas públicas y privadas de bajo nivel económico en EEUU. Por lo que la alta resistencia a los piretroides en B. germanica y su presencia ubicua en entornos de viviendas urbanas, suscitan preocupaciones con respecto al uso continuo y sin control de piretroides en este tipo de inmuebles.

Rotación y resistencia

Los resultados del estudio parecen indicar que los tratamientos con un solo ingrediente activo pueden proporcionar a corto plazo un buen control de las cucarachas, siempre que el nivel de resistencia inicial sea bajo.  El mejor enfoque de gestión en entornos de viviendas multifamiliares parece ser la realización de un diagnóstico de resistencia previo al tratamiento siempre que sea posible y especialmente si existe un historial de fallos de control.

Sin embargo, como es conocido y también se pudo ver en el estudio, los niveles de resistencia aumentan esencialmente con cada exposición, en respuesta directa a la presión de selección ejercida sobre poblaciones cerradas. Las rotaciones, por lo tanto, son esenciales para minimizar la presión de selección a largo plazo. 

En conclusión, conocer los patrones de resistencia cruzada entre y dentro de las clases de insecticidas es importante para diseñar estrategias de rotación efectivas y mejorar los programas de control de cucarachas a largo plazo.

La rotación es una recomendación viable para la gestión de la resistencia a las cucarachas, pero su éxito depende en última instancia de tener perfiles de baja resistencia cruzada entre las sustancias activas incluidas en la rotación.

Los productos con mezclas también tienen una utilidad potencial, si no existe una resistencia cruzada entre las sustancias activas, y las mezclas se incluyen en las rotaciones.

Finalmente, son totalmente recomendables los enfoques de control integrado de plagas no químicos, que reducen la dependencia de los insecticidas y sin duda proporcionan beneficios adicionales, como mejorar la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente.

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