Las avispas pueden considerarse como insectos beneficiosos. Los adultos se alimentan principalmente de néctar contribuyendo a la polinización y al ser predadoras, capturan múltiples insectos que pueden ser molestos para el ser humano para alimentar a sus larvas.
Sin embargo, con frecuencia son consideradas como plaga por su capacidad de picar, con el correspondiente dolor e incluso con reacciones alérgicas. Este problema se puede dar a lo largo de la primavera y el verano, pero es especialmente a final de éste y a principios de otoño cuando motivadas por la escasez de alimento y la gran población que ha alcanzado la colonia, provoca que se vuelvan más agresivas y carroñeras en su alimentación y el conflicto con el ser humano se agudice.
Con frecuencia la gente confunde a las avispas con las abejas y pese a ser ambas individuos sociales que viven en colonias, su apariencia y comportamiento es muy diferente.
Ciclo de vida
Las avispas tienen un ciclo de vida anual. La colonia desaparece al final del otoño, sólo sobreviviendo las nuevas reinas al invierno. En la primavera, la reina comenzará a poner huevos. Estos se convertirán en obreras, las cuales se dedicarán a la construcción del nido y a alimentar a las larvas producidas por la reina. Al finalizar el verano, los huevos que ponga la reina serán huevos no fertilizados, y de ellos saldrán los machos que se encargarán de fertilizar a las avispas que se serán las reinas del año siguiente
¿Por qué pican?
Suelen hacerlo para defender su nido o cuando se consideran amenazadas. A diferencia de las abejas que una vez que pican mueren, las avispas pueden picar numerosas veces. A su vez, las avispas pueden demandar la ayuda del resto de la colonia al segregar sustancias de alarma, con el fin de defender el avispero.
Con frecuencia, la presencia del avispero en áreas como ventanas, marcos de puertas de accesos, porches y en general zonas de uso humano al aire libre como piscinas, barbacoas, etc., suponen un riesgo al poder considerarse amenazadas y provocar su defensa.
¿Cómo podemos conseguir su control?
Las avispas realizan sus nidos en agujeros subterráneos, orificios huecos entre paredes, en las cámaras de los áticos, bajo tejados de chapa, tejas o pizarra y en general en los árboles y arbustos.
El control requerirá conocer si el avispero está ubicado en el exterior a una estructura o en el interior, dificultándose el control en el caso de no conocer su ubicación.
El mejor momento del día para realizar el control es al amanecer o atardecer, momento en el que los individuos que forman la colonia se encuentran dentro del avispero y se muestran menos activos.
En todos los casos es aconsejable que el personal vaya con un equipo de protección junto a la selección de insecticida y método de aplicación adecuado
Resaltar que nunca se debe proceder a cerrar el orificio de acceso a un avispero que se encuentra dentro de una estructura al menos que estemos seguros de que no quedan ejemplares vivos dentro. Si fuera así, podemos provocar su salida agresiva hacia el interior de la instalación generando picaduras a las personas que allí se encuentren.
Debido al peligro de sufrir múltiples picaduras, es aconsejable solicitar la ayuda de un especialista en el control de plagas.